Buenas,
Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Tenía que llegar y al final aquí estamos, sábado por la mañana, el resto del grupo se ha quedado en el hotel para pillar un early bus que les deje en Calgary a tiempo para conectar con su vuelo de regreso a Madrid. Yo tengo aún temas que hacer en el continente y por esto he podido quedarme a esquiar hoy por la mañana.
El día ha sido un tanto extraño, comenzando por el stretching de la mañana en donde solo quedaba yo del grupo de españoles que hemos sido mayoría en el hotel durante toda la semana. Después el desayuno de las 7:00 un poco triste ya que nadie se ha levantado para desayunar tan temprano (lo normal). Hacia las 7:30 han aparecido Javi y su hermano Carlos. Hemos charlado a penas 10 minutos ya que tenía que salir zumbando para salir. Mientras subía a la habitación me he encontrado con más gente y he podido despedirme de nuevo de algunos pero no de todo el mundo. Espero que hayáis llegado bien a Madrid, ya me contaréis.
Hoy estoy en el grupo 2 aunque esta vez solo somos dos grupos reducidos de 8 esquiadores. Voy con los californianos Chuck, Stiney y Heidi junto con cuatro más a los que he conocido esa misma mañana. Dos snowboarders de Texas bastante majetes y dos tipos "duros" (ahora os diré porqué) que se han incorporado ayer y que supuestamente no debían de comenzar a esquiar hasta mañana domingo.
Mañana hay previsiones de gran tormenta de nieve con vientos muy fuertes que con toda probabilidad no les deje volar por lo que la organización ha permitido que estos dos esquiadores aprovechasen hoy para esquiar y evitar así perder días de esquí. Lo de tipos "duros" viene porque al parecer son dos colegas uno de Singapur y el otro de Illinois que se juntan todos los años (más de 7) para venir aquí a hacer heli esquí. Llegaron ayer por carretera desde Vancouver en un viaje de aventura total ya que la autopista ha permanecido cerrada y con cortes por nevadas durante las últimas 24 horas, y a pesar de todo han podido llegar esta madrugada. Ni cortos ni perezosos se han puesto el equipo sin dormir y se han presentado en el helipuerto para subir hoy con nosotros. Uno de ellos iba con tabla de snow y la nueva chupa de millón de piés y el otro lucía chupa de las que se daban antes de la marca Marmott, los dos equipaditos con sus cascos acústicos como los que llevan los guías... unos guays vamos. Luego han resultado ser majetes, todo sea dicho.
Primeras bajadas
Nos han recogido sobre las 8:45 y nos han llevado bien cerquita de Revelstoke a unos 5 minutos de vuelo en los Monashees. El día ha amanecido con bastante "calor" para ser diciembre -1 -2 grados centígrados por lo que no esperamos un powder de escándalo aunque esta noche han caído unos 3 cms de nieve fresca. En la primera bajada Chuck, Stiney y yo hemos acordado "repartirnos" el servicio de prestación social de compañero de la amiga Heidi que va bastante justita, sobre todo en las bajadas más técnicas entre pinos.
El primero en "sufrir" ha sido Stiney. Hemos enganchado una primera parte de nieve polvo muy despejada que ha sido una gozada pero más adelante la cosa se ha complicado bastante al entrar en una zona de pinos más cerrada de lo habitual y hemos tenido que emplearnos a fondo para ir sorteando ramas y troncos de todo tipo. Los snowboarders iban bastante bien, sobre todo el nuevo que iba muy fuerte.
En la segunda bajada, más de lo mismo, buenas bajadas entre pinos, muy vertical y bastante cerrado por lo que había que emplearse a fondo. En esta ocasión el que ha terminado en un agujero he sido yo. La típica trampa mientras vas en una transversa, de repente el mundo ha desaparecido bajo mis esquís. He resuelto más o menos bien aunque rebozado como una "cocreta".
El rescate de la Heidi
Al final del día me tocaba a mi hacer de compañero de la californiana. Me lo he tomado con calma ya que las fuerzas le habían abandonado por completo iba sobrepasada cayéndose con la mínima. Supe que iba a tener trabajo hasta llegar al final. Y así fue... después de innumerables parones para levantarse, ponerse los esquís etc, cuando ya teníamos el punto de recogida a la vista la americana se ha esnafrado literalmente contra un árbol colándose con todo el equipo por el hueco hasta el fondo. El movidón para sacarle de ahí ha sido curioso sobre todo porque no quería ir yo detrás de ella. Tras una buena sudada he conseguido quitarle los esquís y tirar de ella.
No ha dado tiempo a más, al final he cumplido con los metros por los pelos, 21500 en total me he quedado a falta de 280 metros para cumplir. No ha sido un record pero no hay duda de que lo hemos disfrutado como nunca.
No tengo tiempo para poner fotos y completar con alguna historia más... cuando llegue al Salt Lake City me conecto y acabo de contaros.
Ciao